Pasamos muchas horas en nuestro ambiente de trabajo, rodeados de personas que no tienen por qué ser afines a nosotros. Si bien esto no es necesariamente un motivo de tensión en la oficina, esto sí puede darse cuando alguno de nuestros compañeros tiene conductas o actitudes que perjudican al resto, aumentando el estrés y haciendo que la productividad disminuya. ¿Cómo detectar a un compañero de trabajo tóxico?
1. Se justificará todo el tiempo
El compañero tóxico justificará sus errores hiriendo o descalificando a los demás, incluso cuando no tenga la necesidad de hacerlo, ya que no puede permitirse “ser menos” que el resto.
2. Su visión es egocentrista
Al no tener una empatía genuina, desvalorizan todo aquello que se salga de su visión del mundo, ya que lo ven desde su único punto de vista. Desde esta posición, utilizarán el prejuicio y el odio para descalificar las ideas ajenas.
3. Tienen la necesidad de ganar
Incluso cuando la competitividad queda fuera de la ecuación, la persona tóxica querrá quedar por encima. Ven a los demás como rivales, y sienten celos del resto de forma sistemática.
4. Pesimismo
En la oficina proyectarán una actitud pesimista, incluso sin motivo. Al carecer de esperanza, les cuesta enfrentarse a nuevos retos. Todo esto es independientemente a cómo se comporten fuera del entorno laboral.
5. Manipulación
Como ocurre con cualquier persona tóxica, la manipulación es una herramienta básica para que el resto actúe en su beneficio. Una vez más, la falta de empatía les hace ver a los demás como peones en su tablero de ajedrez. En este juego de manipulación pueden servirse de cómplices, a los que alimentan el ego para darles cierta sensación de poder.
Es necesario identificar a este tipo de perfiles para poder alejarnos de ellos en la medida de lo posible y, si no, establecer límites para protegernos.