El término salario emocional cada vez se emplea más en el ámbito laboral. Un estudio reciente presentado por la compañía Up Spain hace referencia a que, junto con otras variables, éste cobra cada vez más importancia entre los profesionales españoles. Pero, ¿qué es el salario emocional?
¿Qué es el salario emocional?
Básicamente, hace referencia a todas aquellas retribuciones no económicas que el trabajador obtiene de su empresa como incentivo positivo, y que a su vez sirve a la propia compañía para mejorar su oferta de empleo. No hay duda de que los tiempos han cambiado y, con ellos, también poco a poco las prioridades de los empleados; el trabajador ya no ve el factor económico como elemento prioritario a la hora de elegir un empleo, pues el salario emocional gana peso en pro de una mejor calidad de vida.
¿Qué importancia tiene el salario emocional para el empleado?
Se habla de que el 55% de los trabajadores considera de que la existencia de un plan de beneficios es un elemento clave a considerar en su bienestar. Seguidos de un 34,61% que lo valoran como una cuestión bastante importante, mientras que sólo un 2,4% lo considera poco interesante.
En esta cuestión, el horario flexible y el teletrabajo son dos grandes factores para los trabajadores españoles, seguidos del plan de carrera y plan de formación. El cheque comida se sitúa en el 11%, y a continuación se posicionan beneficios como el renting, el gimnasio, la guardería, o el seguro de vida.
¿Cómo afecta esto a Recursos Humanos?
Los profesionales de RRHH ya empiezan a contemplar el salario emocional como un medio para la retención del talento. La tendencia actual del empleado es demandar una mejor calidad de vida, lo cual se traduce en mayor tiempo para sí mismo, una mayor flexibilidad y una apuesta por el teletrabajo, modalidad cada vez más extendida desde la pandemia. Así mismo, las nuevas generaciones cada vez valoran más contar con un plan de carrera en la empresa, lo cual fomenta la fidelidad, motivación y compromiso del empleado, favoreciendo el descenso del absentismo y la rotación de la plantilla.
Podemos decir, en definitiva, que el salario emocional se ha posicionado como un factor diferencial que ha originado un nuevo planteamiento obligando a las empresas a establecer un plan de mejora en la aportación de beneficios sociales al trabajador.