La morosidad sigue siendo, hoy en día, el mayor problema para los autónomos, para los pequeños comercios…
La empresa de cobros de deudas en Barcelona llamada Credit Back, presentó en abril del 2022 una tabla con nuevos datos sobre el nivel de morosidad en España indicando que el 65% de las empresas han sufrido impagos.
Y se prevé que esta tasa siga aumentando a medida que vayan venciendo los créditos ICO concedidos (se tratan de líneas de crédito destinadas a fomentar la actividad económica, normalmente destinadas a PYMES, autónomos y organizaciones)
Algunos de los sectores con más morosidad en este 2022 han sido:
- Agricultura
- Automoción
- Transporte
- Construcción
- Comercio textil
Además, se estima que el 5% de las empresas españolas tienen riesgo de cierre por culpa de esos impagos y un 10% deberá recurrir a financiación extra para poder solventar las facturas sin cobrar.
¿Cómo actuar con un cliente moroso?
En algún momento te encontrarás con algún cliente, sea del sector que sea, que no pagua las facturas y por ello vamos a indicar una serie de claves para saber cómo actuar:
Muchas veces la razón del impago puede ser tan simple como que el email no ha llegado a la bandeja de entrada o está en spam, por ello, en primer lugar, debemos de corroborar la llegada con el destinatario.
Sin embargo, en esa llamada puede ocurrir que el cliente comunique que por el momento no puede hacerse cargo de la factura, es en ese momento, cuando debemos acordar alguna solución:
- Fraccionar el pago: si la suma de la deuda es elevada, puede llevarse a cabo la posibilidad de abonarla en diferentes momentos.
- Intercambio de servicios: dependiendo de lo que se dedique tu cliente, podéis llegar al acuerdo de intercambiar un servicio para solventar la deuda.
Si no se llega a un acuerdo, por ninguna de las vías anteriores, debemos actuar inmediatamente por la vía legal y activar lo que se conoce como proceso Monitorio.
El proceso Monitorio, es un procedimiento judicial creado por la Ley de Enjuiciamiento Civil para la reclamación de deudas.
Lo primero que tenemos que hacer es recopilar toda la documentación, implicada en esa morosidad, como, por ejemplo, facturas, contratos, correos electrónicos… y presentar todo, ante el juzgado con la correspondiente solicitud de pago al acreedor.
