Contamos las últimas horas restantes del 2021, y a la vez proyectamos las expectativas que tenemos para el año que comienza.

Es natural echar la vista atrás y reflexionar acerca de todo lo que nos ha sucedido. Los dos últimos años han sacudido nuestros cimientos en algunos -sino es que en todos- los sentidos. No siempre es fácil mantener una actitud positiva, y más teniendo en cuenta todos los cambios que ha experimentado en los últimos tiempos el mundo tal y como lo conocemos. Uno de los ámbitos que se han podido resentir a raíz de todo lo anterior es, precisamente, el de la salud mental. La exposición sostenida a una coyuntura de incertidumbre ha hecho de la ansiedad, más que nunca, una de las pandemias invisibles de esta era, además de numerosos síntomas tales como pérdida de la energía física, tensiones musculares, bajo estado de ánimo, apatía, taquicardias o dificultad para conciliar el sueño, entre otras.

Si bien recomendamos encarecidamente acudir a profesionales cualificados para tratar toda esta clase de problemáticas, te damos algunos consejos prácticos que puedes implementar en tu rutina o de forma periódica para ayudarte a gestionar, por ejemplo, episodios de ansiedad o a la hora de conciliar el sueño.

1. Tomar conciencia de tu ansiedad

Para reducirla hay que conocerla. Para este ejercicio de toma de consciencia se requiere: tiempo, voluntad, modestia y un cambio de la idea del­ “siempre más” de los valores de la veloz y consumista sociedad moderna. El reconocimiento del sufrimiento sicológico nos ayuda a estar bien física y moralmente.

2. Verbalizar lo que sentimos.

“Confesar que estamos ansiosos, hablar de lo que nos preocupa” Catherine Serrurier.

Compartir con la gente que nos importa lo que nos agobia y expresarlo de forma adecuada. Hemos de tratar, dentro de lo posible, de no agobiar con palabras negativas a nuestros allegados; si no, conseguiremos lo contrario: el rechazo.

3. Recibir un masaje

Abandonar el cuerpo en manos de un buen masajista, recibir los beneficios de su terapia y su compasión. En definitiva, sentir que alguien nos ayuda.

4- Practicar yoga

Es una disciplina muy antigua del cuerpo y del espíritu la cual dentro de la tradición budista, se concibe a partir del sufrimiento. En el yoga se busca liberar al espíritu a través de la toma de conciencia de las sensaciones corporales. Los movimientos se deben adaptar a nuestro estado interior.

5- Emplear tus manos en una actividad

Las manualidades, como el bricolaje, tienen un efecto relajante. El placer es lo que las personas agobiadas eliminan para autocastigarse, por el sentimiento de culpa que muchas veces acompaña a este tipo de estados. En la creatividad hay un efecto inverso al del miedo: en la ansiedad nos cerramos para protegernos, en la creatividad nos dejamos llevar, nos descubrimos. Hacer punto, pintar mandalas, o realizar cualquier actividad creativa de la que disfrutes, puede ayudarte a encontrar la calma.

6. Cantar

Cantar es un excelente método de regular la respiración y de apaciguarse. Por ejemplo, durante un atasco, los nervios a flor de piel por llegar tarde, ese estrés automovilístico, se puede calmar enchufando la radio, y soltando algunos versos que ayuden a concentrar tanto la mente como la respiración.

7. Respiración abdominal

Con este tipo de respiración, en la inspiración hinchamos el abdomen, y lo deshinchamos en la expiración. En la respiración automática tenemos tendencia a hacer lo contrario. Con este método, sentimos rápidamente los efectos que provoca la oxigenación del cuerpo.

Esperamos de corazón que estos consejos os sirvan como apoyo y os ayuden a formar una base sobre la que poder apoyaros, así como crear hábitos más positivos y saludables. Y por supuesto, queríamos aprovechar el post de hoy para daros las gracias por confiar en nosotros.

Os deseamos todo lo mejor para este nuevo año.

¡FELIZ 2022!