¿Sabías que existen diferentes tipos de líderes en el entorno de laboral? Cada uno presenta una serie de ventajas y desventajas. En el artículo de hoy vamos a repasar los cinco tipos de liderazgo más frecuentes.
1. Liderazgo autocrático
En este tipo de liderazgo los supervisores fijan las directrices y toman decisiones sin la participación del grupo. El líder concentra todo el poder y nadie cuestiona sus decisiones. Puede ser efectivo en ambientes de trabajo en los que las decisiones necesitan tomarse rápidamente y en los que existe un percepción de elevada hostilidad o de alto riesgo proveniente del exterior, por lo que no resulta sorprendende que sea muy usada en organizaciones de carácter militar.
Las desventajas del líder autocrático son evidentes, ya que algunos empleados pueden sentirse infravalorados y suelen mostrar poco compromiso afectivo hacia la compañía, pudiendo llegar a abandonar la empresa o rendir menos. Es un tipo de liderazgo que está siendo desterrado de las empresas punteras.
2. Liderazgo democrático o participativo
Se caracteriza por crear entusiasmo entre los trabajadores al priorizar la participación de todo el grupo y, además, no se asume de antemano que los miembros del equipo se comportarán de manera egoísta, sino que se promueve la idea de que todos reman en la misma dirección. El líder promueve el diálogo entre sus seguidores para tener en cuenta las opiniones del grupo, pero la decisión final la toma el superior. Se gana al equipo porque los empleados contribuyen en el proceso de toma de decisiones y, por tanto, suelen sentirse como parte de la compañía y de los cambios que puedan producirse en la organización, mejorando su afiliación y compromiso con la empresa.
Algunos investigadores piensan que también tiene sus desventajas, especialmente en situaciones en las que no se pueden superar los desacuerdos entre dos o más partes del grupo, haciendo el camino más lento a la hora de alcanzar una meta si se compara con otros estilos de liderazgo.
3. Liderazgo laissez-faire
También conocido como liderazgo delegativo, es un estilo de no intervención y falta de feedback regular. El nombre hace referencia a la palabra francesa “dejar pasar” o “dejarlo ser”.
Este tipo de líder solo interviene cuando es necesario y con la menor cantidad de control posible. Es un estilo no autoritario que se basa en la teoría de que los empleados con mucha experiencia, entrenamiento y motivación, necesitan menos supervisión para ser productivos. Para algunos empleados, este estilo resulta positivo porque la autonomía es liberadora, mejora la creatividad y ayuda a sentirse más satisfecho con el trabajo que se realiza. Este tipo de liderazgo es ventajoso en situaciones donde los subordinados son apasionados y gozan de una alta motivación intrínseca.
Por contra, muchos estudios parecen demostrar que este estilo puede llevar a una falta de control, un incremento de los costes de la compañía y una productividad pobre.
4. Liderazgo transformacional
Estos líderes emplean niveles altos de comunicación para conseguir los objetivos y aportan una visión de cambio que consiguen transmitir a los empleados, tratando de generar una visión compartida y transversal acerca de lo que debe ser la empresa en la que se trabaja. Es uno de los tipos de liderazgo que aportan mayor flexibilidad al funcionamiento de las empresas. Lo interesante de este estilo de liderazgo está en el impacto que tiene sobre los seguidores, ya que dichos líderes se ganan la confianza, respeto y admiración de los mismos.
La desventaja que presenta este tipo de liderazgo que este énfasis en el clima laboral puede llegar a ser contraproducente en situaciones de crisis en las que hay que reaccionar rápidamente.
5. Liderazgo transaccional
Se basa en procesos de intercambio entre los líderes y sus seguidores. Los seguidores reciben premios por su desempeño laboral y el líder se beneficia de que ellos cumplan con sus tareas. Se promueve, por tanto, una visión del trabajo muy pragmática que se centra únicamente en las metas que pueden ser monitorizadas y medidas de manera objetiva.
Este tipo de liderazgo está orientado a los objetivos, y por ende, se motiva a los empleados con recompensas por resultados obtenidos. Si bien este tipo de liderazgo funciona muy bien en momentos de estabilidad, en un mundo en el que el éxito de las compañías muchas veces depende de los cambios continuos, existen estilos de liderazgo más efectivos.
Conocer la figura del líder es fundamental dentro de los equipos de trabajo y del trabajo en equipo. En nuestro curso homónimo aprenderás a identificar el conflicto como una fuente de cambio y evolución, además de las diferentes formas en las que se puede resolver un conflicto, analizando los pros y los contras de cada una de ellas.