El Síndrome de Burnout.
El síndrome de estar quemado en el trabajo o burnout hace referencia al estrés laboral crónico que sufre la persona a causa de la falta de control percibida sobre el trabajo que realiza. Todos hemos dicho o escuchado alguna vez: “tengo un trabajo muy estresante” o “el trabajo me estresa”. ¿Quieres saber cómo prevenirlo? Te lo contamos nosotros.
El Burnout y sus consecuencias.
A lo largo de nuestra jornada laboral, surgen situaciones que se escapan de nuestro control y generan en nosotros consecuencias negativas, desde el punto de vista tanto fisiológico como psicológico. Esta incontrolabilidad de los acontecimientos está considerada como unos de los factores fundamentales del estrés laboral.
¿Cómo se llega al síndrome de estar quemado por el trabajo?
Este problema no surge de la noche a la mañana, sino que conlleva un proceso de desgaste. En primer lugar, el entusiasmo por entrar en la vida laboral, nos lleva a no definir claramente nuestros objetivos o a alargar nuestras jornadas. Al no verse cumplidas nuestras expectativas, llegamos a una fase de estancamiento, en la cual evaluamos si nuestro esfuerzo compensa los beneficios que obtenemos. Tras esto, la persona trata de mejorar la situación entrando en una fase de hiperactividad; sin embargo, los resultados siguen sin mejorar, causando apatía y un rechazo hacía la actividad laboral. Por último, el Burnout aparece cuando la situación causa malestar físico y colapso emocional e intelectual.
¿Qué consecuencias tiene el síndrome de estar quemado por el trabajo?
El burnout puede conllevar fuertes alteraciones de la salud de la persona, desde el punto de vista físico, mental y social. Estas alteraciones pueden aparecer desde la segunda fase descrita, la fase de estancamiento y, a medida que esta situación se alarga en el tiempo, las consecuencias pueden empeorar. Cuando se llega al burnout, la persona puede abandonar el trabajo, cogerse la baja o, por el contrario, alargar este malestar permaneciendo en un puesto que le genera una constante insatisfacción y/o frustración.
La motivación y la productividad del trabajador se ven afectadas por una baja realización personal, la sensación de sentirse agotado emocionalmente, irritabilidad, actitudes negativas y una actitud fría e impersonal hacia sus compañeros o, incluso, hacía los clientes.
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Claves de acción para prevenir el burnout en tu empresa.
La empresa debe tener como objetivo el cuidado de la salud de sus trabajadores. Por ello, aquí te dejamos algunos consejos para evitar el burnout:
- Programa descansos que rompan la rutina.
- Asegúrate de que las competencias de los profesionales se corresponden con el nivel de exigencia o las demandas de su puesto.
- Para ello: Realiza una evaluación del desempeño.
- Reparte las responsabilidades para evitar que unos tengan mucho y otros muy poco. Y si se ha terminado el trabajo… ¡A casa!
- Ofrece feedback a tu equipo. Todos necesitamos que nos reconozcan el trabajo bien hecho y sentir que nuestra aportación importa.
- ¡Cuidado con las expectativas! Deja claro lo que esperas de los profesionales de tu empresa.
- Fomenta la resolución de conflictos y la búsqueda de soluciones a través de la comunicación asertiva.
- Consigue que los profesionales se apoyen mutuamente. ¡El apoyo social es un factor protector del estrés!
En el caso de que detectes indicios de este problema en alguna persona de tu empresa, no dudes en ponerte en contacto con él y buscar la forma de mejorar su situación.
Cuidando la salud de tus profesionales, cuidas tu empresa.
Referencias: Amigo Vázquez, I. (2017). Manual de psicología de la salud. Madrid: Pirámide.
