El próximo sábado 15 Unicaja cierra el expediente de regulación de empleo (ERE) para 1.500 empleados motivado por su fusión con Liberbank. Esto no hace más que sumar otro año negro en lo que a reducción de puestos de trabajo se refiere, dentro del sector de la banca española. Se calcula que las fusiones y el proceso de digitalización de la banca tuvieron como consecuencia la eliminación de más de 18.000 puestos en las principales entidades financieras.
De este modo, 2021 se convirtió en el año con más despidos o prejubilaciones en el sector financiero español. Seguido muy de cerca por 2013, con 18.300 despidos y bajas por jubilación anticipada. Hay que tener en cuenta que la crisis de empleo es de mayor magnitud ahora, si tenemos en cuenta que entre 2008 y el año pasado, este sector ya ha perdido 120.000 trabajadores.
Lo que caracteriza a esta oleada es que en la mayoría de los casos, estos procesos se han saldado con bajas voluntarias. Las nuevas habilidades que demandan los puestos de nueva creación, unidas a las condiciones ofrecidas por las entidades provoca que muchos empleados de más de 50 años prefieran acogerse a pedir la prejubilación o a los expedientes, incluso antes de que el banco tome la decisión.
La tendencia general de los bancos es la de querer rejuvenecer la plantilla, así como la de ofrecer condiciones más favorables para sus trabajadores más veteranos. Dicho rejuvenecimiento implica, por un lado, que el personal que entra está más adaptado a las nuevas condiciones del sector, especialmente en lo que respecta a la banca por internet y, por otro, que se incorporan con sueldos más bajos y con convenios mucho menos ventajosos que los que venían siendo habituales en el sector bancario en España.
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