LA VOZ DE LA MUJER

14 marzo, 2014

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Ni soy feminista ni soy machista, aunque debo decir que me gusta que los hombres nos abran la puerta y nos dejen pasar delante.

Para absurdeces de la vida, os pongo un artículo que he leído sobre la voz de la mujer provoca agotamiento en el cerebro masculino:

REINO UNIDO – Un estudio realizado mediante técnicas de resonancia magnética nuclear, realizado por Michael Hunter, profesor de la Universidad de Sheffield (Gran Bretaña), reveló que la voz femenina puede llegar a producir agotamiento en el cerebro masculino. La voz femenina posee tonos más complejos que la voz masculina, tomando toda el área auditiva del cerebro, mientras que la voz del hombre solamente ocupa una pequeña porción del cerebro femenino. Según Hunter, es por ello que las mujeres se quejan muchas veces de que los hombres no las escuchan pero por el contrario, lo único que hacen los hombres es desconectarse por una razón puramente fisiológica.”

Y digo yo, después de haber dicho esto, el científico se habrá quedado feliz, eso sí, si está casado mejor que no vaya a casa, porque si yo le hablo a mi marido, novio o lo que sea y me va a salir con esas, lo mínimo que se me ocurre es pensar que si está tonto o qué.

Ni estudios científicos ni gaitas, el problema es que hablamos idiomas diferentes y ambos sexos sólo nos escuchamos cuando nos interesa. Si yo le digo a mi marido: “cariño vete de copas con tus amigos y ven a la hora que quieras, que yo estaré feliz de verte que te diviertes”. Eso lo va a oír perfectamente y no le va a producir agotamiento en el cerebro, al contrario éste se le va a activar. Cosa que no ocurriría si le digo: “cariño, saca al perro después de revisar los deberes de tus hijos”, él pensará, que tono más complejo de voz tiene mi mujer, ¡uy! se me ha desactivado el cerebro y no la he oído.

La verdad que estos ejemplos, nos valen también a nosotras. Si mi marido me dice: “cariño, vete con tus amigas y diviértete”, yo creo que antes de que termine la última palabra ya estoy de juerga y lo mismo me pasaría se me dice: “cariño, saca al perro y luego revisa los deberes de los niños”, nosotras diríamos, éste se cree que lo voy hacer, y antes de que termine la última palabra empezaríamos a decir,  ¡uy! Cariño, me encuentro fatal, encárgate de todo que creo que me voy a la cama que no puedo ni moverme.”

Señor científico, por favor, ésta es la diferencia, nosotras no necesitamos desactivar el cerebro, siempre tenemos más tácticas que vosotros para convenceros, y lo mejor de todo es que en la mayoría de los casos lo conseguimos.

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