Es habitual que, ante los contratiempos de la vida, nos sintamos abatidos e incluso culpemos a los demás de nuestros males. No obstante, la tenacidad es una de las cualidades más importantes en la vida, y una de las que más merece la pena trabajar. Hoy vamos a hablar de la importancia de no rendirse ante las adversidades.

Se habla mucho de la generación snowflake o copo de nieve, que recibe su nombre de la aparente fragilidad ante cualquier contratiempo.  Los que así la denominan, apelan a que son jóvenes aparentemente vistosos y valiosos que se derriten ante la adversidad. Hay quienes achacan este fenómeno al progresismo, el cual dicen, promulga el estancamiento y la mediocridad en lugar del afán de superación.

Si bien esto puede ser una tendencia en alza, nosotros creemos firmemente en las nuevas generaciones y en su capacidad para levantarse y perseguir sus sueños. Por ello, hoy vamos a hablar de ejemplos de motivación ante la adversidad.

La importancia de no rendirse

Hace poco, Rafa Nadal cumplió 36 años. Llevamos disfrutando de él desde que sus 19 años, y hemos visto su evolución de Rafa a Rafael. Cuando tenía apenas 20 años, le detectaron una lesión en el pie que potencialmente podía apartarlo del tenis para siempre. Se sobrepuso, a pesar de ser, literalmente, una persona lesionada jugando al tenis. Su tío, que además es su mentor, siempre ha subrayado su fortaleza mental, así como su capacidad de darle la vuelta a un resultado.

En la actualidad, podemos ver un rostro que está marcado por los años de trabajo en exterior, por la tensión de la competición y, en muchas ocasiones, el dolor. Lleva años siendo millonario y habiendo llegado de sobra al olimpo del deporte español, y aún con todo lo anterior, siempre encuentra una meta en la que seguir probándose, intentando ser el mejor en lo suyo hasta el final. Es, además, todo un ejemplo de constancia, humildad y buena educación, valores que ojalá fuesen universales.

Desde Intalentia queremos animarte a que creas en ti, a que optes por levantarte siempre después de cada caída, y a que no olvides que la vida es una carrera de fondo.