Realizar un voluntariado es una excelente manera de conocer gente nueva. No solamente amplía tu red de apoyo y te acerca a personas con intereses comunes, sino que te da la oportunidad de realizar actividades divertidas y muy satisfactorias.
También es una excelente oportunidad para practicar y desarrollar tus habilidades sociales, especialmente si eres seas tímido o reservado.
¿Por qué el voluntariado es una experiencia que deberías probar?
Lo notarás reflejado en tu salud, tanto física como mental. El voluntariado aumenta la confianza en uno mismo, la satisfacción vital y la autoestima. El hecho de estar haciendo algo bueno por los demás te hará sentirte realizado y orgulloso de ti mismo, y por ende será más probable que tengas una visión más positiva de la vida y del futuro.
Uno de los factores de riesgo claves a la hora de desarrollar depresión es el aislamiento social. Por tanto, de forma indirecta, realizar voluntariado te hace desarrollar una red de apoyo sólida que te protegerá de la tristeza cuando estés pasando momentos difíciles.
Existen estudios que reflejan que las personas que se ofrecen como voluntarias en alguna actividad, se describen como más felices y más satisfechas con sus vidas que las que no lo hacen.
Si bien es beneficioso a cualquier edad, realizar voluntariado lo es especialmente para las personas mayores, ya que les obliga a moverse, entre otros factores. Existen evidencias de que las personas que trabajan como voluntarios tienen una tasas de mortalidad más baja que las que no lo hacen, además de que ayuda a disminuir los síntomas de dolor crónico percibido o la probabilidad de desarrollar presión arterial alta.
Existen muchas personas que se ofrecen incluso como voluntarios para disfrutar de aficiones fuera de trabajo. Es el ejemplo de personas que pasan muchas horas en el escritorio y desean pasar tiempo al aire libre, un campamento infantil, excursiones o colaborar en un jardín comunitario pueden ser excelentes opciones.
No subestimemos la importancia de la oportunidad que otorga el practicar habilidades importantes necesarias para muchos trabajos, aunque tu labor de voluntario y tu profesión no estén directamente vinculadas: tales como la resolución de problemas, la planificación de proyectos o la organización.
Trabajar como voluntario es, en definitiva, una excelente manera de aportar diversión y plenitud a tu vida, renovando tu creatividad y tu motivación, lo cual revertirá positivamente en tu dimensión profesional y personal.
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